martes, 20 de enero de 2009

Lo esencial es invisible a los ojos...


(...) Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-.Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.
-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
- - -
(...) -Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
(...) -Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla: eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
Extraído de: Antoine de Saint-Exupéry, El Principito, capítulo 21,
Texte français original: Le Petit Prince, chapitre 21:

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