Esto me pasa por ir a comer unos maravillosos macarrones "a la italiana" a casa de mi tía, que va a cumplir, inch´Allah, 89 abriles. La interesantísima conversación, un repaso a tantas partículas dispersas de mi viajera familia, me ha traído varios sorprendentes descubrimientos, gracias también a mi querido primo y a las preguntas de mi hermana.
Uno de estos hallazgos me parece espectacular y todavía tiemblo de la emoción. Hoy me entero de que mi abuela materna, nacida en 1890 en Orán (Wahran), Argelia, hablaba árabe. Yo sabía que sus lenguas habituales eran el francés y el castellano, pero resulta que, cuando alguna vez se enfadaba muchísimo, y ello hasta que murió, sin más echaba la bronca en árabe ...la lengua de los momentos del huracán huracanado, según intuyo.
La verdad, nunca me lo hubiera imaginado. Pensaba que los pieds-noirs estaban más aislados de la lengua árabe, que a lo sumo conocerían algunas palabras del dialecto local. Esto me devuelve una imagen muy removida de esa fotografía que tenía en mi mente de una dama muy afrancesada que falleció en 1971, no muy lejos, por cierto, de la casa del filólogo francés que escribe estas lineas...
(en la imagen, Place de l´Emir Abdelkader, Wahran)
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