
Xuwei es un ejemplo de solidaridad y entrega, pero también de integración. Llegó con 15 años a Euskadi y tuvo que aprender el castellano a marchas forzadas para acoplarse al sistema educativo vasco. Lo consiguió en poco tiempo gracias a su tesón e interés. Hoy es el día que piensa en castellano, aunque con sus padres siga comunicándose en un dialecto chino de la región de donde provienen.
http://www.deia.com/2010/10/25/bizkaia/una-sonrisa-china-en-la-dya
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