A veces, en
las personas que suelen mostrarse agresivas con los demás, ya sea verbalmente o
físicamente, el origen está en algunos hechos que han intentado tapar durante
un largo período de tiempo y que les causaron un trauma o complejo.
La educación
que hemos recibido la mayoría en la infancia, no ha ayudado mucho a evitar este
problema, pues se tiende a crear ideas equivocadas, como que la masculinidad,
el poder, la fuerza, etc., se demuestran mejor de forma agresiva, pero esto es
totalmente erróneo. Se suele confundir además la agresividad (completamente
negativa) que produce consecuencias muy nocivas en los demás, con la
asertividad (absolutamente positiva) y cuyos resultados son siempre un bien
para quien la demuestra y para quien la recibe. Lamentablemente, es difícil
saber por qué se producen hechos como el maltrato psicológico o emocional, pues
suele darse en todo tipo de ambientes y sectores sociales, familias y
colectividades de todo tipo, pero es muy común en nuestros días.
Seguramente,
te has topado con alguien que ha utilizado contra ti el maltrato verbal o el
chantaje emocional. Pues te daré una noticia que muchas personas desconocen: La
mayoría de las personas que maltratan, de la forma que sea, son seres
dependientes de aquellos a los que maltratan. Descubrir esto, suele resultar
chocante para la víctima, pues es ella quien se cree dependiente, pero esto le
ocurre por este motivo, precisamente. El maltratador depende de su víctima y
por eso intenta conseguir que esta dependa de él, pues es la finalidad
inconsciente del deseo de dominación que siente. Que no se vaya de su lado; que
no tenga una vida propia y ajena a la suya; que no sea capaz de hacer cosas por
sí misma, no vaya a superarle; que no se valore por si se da cuenta de que es
mejor; y otras muchas, son las razones que llevan a una persona a maltratar
psicológicamente a otra, pues cree que esta es la única forma de retenerla a su
lado, o de continuar sintiéndose por encima o creyéndose mejor. Necesita, de
cualquier manera, llamar la atención de la persona a la que trata mal, ya sea
con malas palabras, con juegos emocionales, o incluso mostrando cierta
indiferencia o condescendencia que desde luego, no son tales, sino que son
disfraces para aparentar una seguridad que no tiene. Ambos, víctima y persona
que maltrata, tienen baja autoestima pero hay una diferencia, la de la víctima
está destruida por el maltrato. La de quien maltrata, es así, debido al
complejo de inferioridad que siente con respecto a ella.
Una
consecuencia de la autoestima dañada y de padecer algún sufrimiento, es la
pérdida o la confusión de tus propios valores. Esto hace que te sientas
inseguro y en ocasiones incluso falso, como si ya no supieras quién eres, ni
cómo eres. Saber qué cosas son las más importantes para ti; qué no volverías a
permitir en tu vida; qué cosas quieres que estén siempre en ella; etc, es muy
importante. El amor, la pasión, la verdad, la
libertad, la comprensión o la bondad, son los valores que todos solemos querer
en nuestras vidas, pero seguramente hay muchos más que quieres tener.
Recupéralos y no los olvides, te fortalecerá saber que están ahí y que ya nunca
volverás a caminar sin ellos. “Los valores se relacionan con la identidad y nos
importan realmente; son los principios fundamentales según los que vivimos.
Actuar en contra de nuestros valores nos hace incongruentes. Los valores nos
motivan
y dirigen,
son los lugares importantes, las capitales de nuestro mapa del mundo”, John
Grinder.
Miriam, la
protagonista de mi novela “La viajera de la felicidad (De Profundis
Ediciones)”, tuvo una vida realmente difícil, porque le hicieron daño. Se
sentía frustrada y se despreciaba a sí misma. A pesar de eso, creía que la vida
de los demás era peor que la suya y esto le hacía sentirse culpable cuando
estaba triste o enfadada. Para ella fue un gran alivio comprender que su vida
no había sido de las mejores y que no tenía por qué seguir haciendo como si
nada hubiera pasado. Era el momento de reconocer el origen de su sufrimiento. Y
tú, ¿eres capaz de reconocer el origen de tu dolor?
(Mar Cantero
Sánchez, escritora,
coach y asesora literaria)
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